lunes, 2 de junio de 2008

e-Mails en la oficina

De seguro que si estás leyendo estas líneas, puedo apostar a que tienes un dirección electrónica! Es tan común tenerla, gratis y además con muchos Gigas de espacio... WOW.

Aun recuerdo mi primer e-mail -que lo conservo hasta ahora- lo abrí en hotmail en 1995 (sólo para probar la novedad ) . Pero de manera general, vaya que ha cambiado nuestra forma de comunicar desde entonces. Si sabemos que el e-mail tiene sus orígenes en los años 60 podríamos decir que vino antes que el mismo Internet.

En nuestros días hay empresas en las cuales tener un e-mail no es ningún lujo, es una imponente necesidad, es urgente, es inhato al trabajo, es parte de la carta de visita, parte de nuestra identidad al punto que si uno no tiene e-mail... no está On-line. Pero eso no basta, el e-mail tiene que ser instantáneo, debemos recibirlo yá! y si no llegó en algunos segundos... algo anda mal.

Sin embargo a pesar de las virtudes que la tecnología nos presta con esta herramienta quiero "denunciar" el hecho que los e-mails nos vuelven menos comunicativos. Por ejemplo, en la empresa que trabajo 7 de cada 10 e-mails provienen de mis compañeros, 2 de los 7 son realmente importantes, y 5 son de tipo:
  • "Un café?",
  • "Ya llegó el jefe!",
  • "Mi auto está dañado, me das un aventón?",
  • "Qué opinas del partido de ayer",
  • "Te envié un SMS",
  • "Has leído mis e-mails?".... y más y más.
Cuando toda esta palabrería podríamos decirla de frente, preferimos usar un frío y simple e-mail, el cual no sonríe (por más que le pongamos 3 smiles) y no siempre refleja lo que realmente queremos decir...

Comment.
Hace algunos años mi mamá tuvo su e-mail, el cual duró 2 semanas... por mi parte decidí de no escribirle más porque no era lo mismo, necesitaba escucharla de cerca (aunque lejos), necesitaba pasar tiempo con ella, no con un PC... -para los que vivimos lejos de nuestros padres, seguro que entienden-

viernes, 30 de mayo de 2008

Contaminación...

Desde el aeropuerto...
Estuve de vacaciones en Ecuador y desde que llegué al aeropuerto sentí un "olor" al que ya no estoy acostumbrado, en cada respiro sentía mucha contaminación, "smog", humo negro o como quieran llamarlo.
El caso es que "es normal"... para todos los que viven allí, entonces me dije: "¿Cómo pueden vivir con una contaminación tan grande?, con tanto plomo en las venas, con un índice cancerígeno cada vez más imponente?".
Unos meses después mi hermano me visitó en Europa en uno de los países con un índice bajísimo de contaminación y dijo: "Aquí los carros no contaminan como en Quito..." pues sí, para todos aquellos que conocemos otro país nos damos cuenta del peligro al cual están expuestos todos aquellos que respiran plomo cotidianamente.

De camino al Valle de los Chillos...
Uno de esos tantos días, cuando decidí no pagar el peaje desde Quito al Valle de los Chillos, tomé la vieja ruta, esa que nos lleva a Conocoto y mi sorpresa fue grande cuando estuve a la altura de la calle Alpahuasi, allí tienen una vista muy linda de Quito, sur, centro y norte, se aprecian muy bien... una maravilla, pero... había una capa espesa de humo sobre la capital!!! que se la apreciaba claramente.

Un día común y silvestre...
Paseaba por una de las calles principales de Quito, y de repente un bus, de esos "tipo" acababa de salir... pero echando humo negro en cantidades astronómicas, tanto que si miran las paredes de las casas (a partir del segundo piso) son grises o negras por la cantidad de materia que desprenden los buses. Entonces extrañé Europa y anhelaba respirar aire... sólo aire.

Comment:
No podemos dejar que personas y empresas sin sentido común contaminen nuestro medio ambiente, no podemos tolerar que niños respiren este aire contaminado por más tiempo.
El gobierno debe hacer algo para controlar los buses, transporte pesado y liviano.
Los padres deberían informarse e informar a sus hijos acerca del valor de tener un aire limpio.